Inversión sectorial, parte del Plan Especial de Desarrollo en Zonas Extremas (PEDZE) del Gobierno, será de $19.700 millones en Arica y Parinacota; 15.700 millones en Aysén, $15.140 millones en Magallanes; y la provincia de Palena, en Los Lagos, será beneficiada con $2.250 millones.
Las regiones extremas de nuestro país vivirán una intervención importante este 2015 con la ejecución de obras incorporadas en el Plan Especial de Desarrollo en Zonas Extremas (PEDZE) impulsado por el Gobierno, y desarrollado por los ministerios de Vivienda y Urbanismo; Economía; Obras Públicas; y las subsecretarías de Telecomunicaciones; y de Desarrollo Regional y Administrativo. Los proyectos ahí incluidos estimularán el crecimiento, desarrollo y la reactivación económica de estas zonas.
En esta línea, el Minvu anunció durante el “Encuentro público-privado de inversión en regiones extremas” que la inversión sectorial en Arica y Parinacota será de $19.700 millones; en Aysén de 15.700 millones, en Magallanes de $15.140 millones; y la provincia de Palena, en Los Lagos, será beneficiada con $2.250 millones, recursos destinados a la ejecución y diseño de obras de construcción y mejoramiento de viviendas, barrios o áreas integradas socialmente y el acceso a bienes públicos urbanos, apuntando hacia la construcción de ciudades más equitativas en todo el país.
Para la ministra de Vivienda y Urbanismo, Paulina Saball, “es un orgullo ser parte del plan en la medida que un eje importante tiene que ver con la infraestructura urbana y la calidad de vida de las ciudades. En general en las zonas extremas hablamos de ciudades de tamaño mediano o pequeño, donde las inversiones urbanas tanto en vivienda, mejoramiento de barrios e infraestructura urbana son determinantes para la calidad de vida de las personas”.
Las zonas extremas han presentado un estancamiento en infraestructura, originado principalmente por la falta de oferta de empresas constructoras en zonas emergentes. Ante ello, el encuentro nació para impulsar la alianza público-privada en pos de equilibrar el desarrollo de estas regiones con propuestas interesantes que se transformarán en una economía de escala y de mayor atracción para las empresas específicas del rubro.
En ese sentido, la ministra destacó que el plan de zonas extremas pone en carpeta “una gran cartera de proyectos de inversión que apuntan directamente a temas de conectividad, accesibilidad, desarrollo económico y productivo, pero poniendo el foco permanentemente en mejorar las condiciones de vida, habitalidad y el bienestar de los chilenos y chilenas que ahí habitan. Es decir, combinar crecimiento y desarrollo con bienestar y equidad”.
Obras emblemáticas
Para 2015 cada región tiene planificado un lote de obras emblemáticas que significarán el primer paso a un desarrollo equitativo. Por ejemplo, Arica y Parinacota tiene contemplado el proyecto Parque Punta Norte, el que según la Seremi local, Gloria Acuña, “será un complemento a lo que estamos haciendo en el sector norte de Arica y cambiará el rostro”, agregando que “es el pulmón verde de la ciudad, con dos hectáreas y una inversión de 3.100 millones de pesos”. Además, se entregará el inicio de obras para 3.000 viviendas en los próximos cuatro años y registrarán avances en vialidad.
Por su parte, la Provincia de Palena centrará sus esfuerzos en la recuperación de Chaitén, poblado que hace seis años se vio afectado por la erupción del volcán homónimo que obligó a deshabitar la zona. En ese sentido, el Seremi de Los Lagos, Eduardo Carmona, explicó que “tenemos un plan de rehabilitación potente donde veremos cómo recuperar la trama urbana”, enfatizando que el objetivo principal es reestablecer a Chaitén como capital provincial. “Hay esperanzas de lo que como cartera tenemos que hacer en la comuna”, asegura.
En tanto, en la región de Aysén, el Parque Escuela Agrícola, el Parque Costanera Río Simpson y la construcción de ciclovías encabezarán sus principales obras el próximo año, mientras que en Magallanes se trabajará en loteos donde se iniciará el levantamiento de más de 3.700 viviendas en un plazo de cinco años.
